Rosalía es una de esas cantantes que, tras anunciar que saca nuevo tema, llena de inmediato Youtube. Aunque aún no esté disponible el nuevo material. No importa: menos de 24 horas después de su anuncio sorpresa en Twitter, y minutos antes del estreno a las seis de la tarde de la nueva canción de Rosalía, la página de Youtube donde se ha lanzado A Palé contaba ya con cerca de 15.000 personas esperando el desbloqueo del tema. Antes incluso de que fuese posible escucharla, la canción tenía ya sus buenos 7.000 votos positivos. Trá trá. Lo que aún está por desverlar es el significado de A palé. Los fans de la cantante no han tardado en llenar Twitter e Instagram con teorías: ¿Acaso el significado de A palé tiene algo que ver con la tez pálida de Rosalía? (que es lo que significa pale en inglés). Nuevos misterios por resolver en el universo Rosalía. Una pista: se dice se comenta que A palé no significa nada.
Rosalía lo ha vuelto a hacer. Esta vez, con un aspecto reminiscente de Frida Kahlo, sus ya clásicas uñas imposibles y unos dientes grillz a lo rapera de Compton. Después de lanzar los sencillos Yo x ti, tu x mi, Aute Cuture, Con altura y F+ucking Money Man/Millonaria/Dios nos libre del dinero, la catalana se ha convertido con A palé en un perfecto exponente de los nuevos vientos que soplan en la industria musical. Al final del día, el significado de A palé da igual: el contador de visitas va a estar al rojo vivo independientemente de que entendamos o no el mensaje de la nueva canción.
‘Singlecentrismo’
El ábum está sobrevalorado. A Palé no podría ser más efímera y, a la vez, más catchy. Con gancho, vaya. Y a nadie le importa que sea un single que no pertenezca a un álbum. Rolling Stone ha denominado esta dinámica de lanzamientos con la expresión enfoque singlecéntrico.
“To’ lo que me invento me lo trillan / chandal, oro, sellos y mantilla / restos de caviar en la vajilla / mi Kawasaki va por seguiriyas”
Merece la pena destacar los registros mareantes de Con altura, que sobrepasó en pocos meses los mil millones de reproducciones. Si prestamos atención sólo al contador de visitas, desde luego la fórmula del single huérfano funciona. Baste recordar el Can’t feel my face de The Weekend o, mejor aún, una de las canciones clave del año pasado. Ganadora del premio Grammy a mejor canción de 2018 y mejor grabación de 2018, a pesar de haber sido publicada sin el abrigo de un disco completo, This is America, de Childish Gambino fue prácticamente el elemento vertebrador de la banda sonora de la música urbana de 2018.
En la era del clic, del tweet y del like, un album parece demasiado trabajo. O si no, que se lo pregunten a Kanye West y a sus 27 minutos de Jesus is King. ¿Por qué emplear más energía de la cuenta en lograr una viralidad que ya de por sí viene casi garantizada con el lanzamiento de un solo sencillo? En el caso de A Palé, la canción dura poco más de dos minutos. Producida por El Guincho y Frank Dukes, A Palé nos habla en los mismos códigos de trap y casi hip hop a los que Rosalía nos tiene acostumbrados desde hace un año y, sobre todo, tras la publicación de su segundo disco, El mal querer.
¿Qué significa A palé?
A pesar de los primeros segundos místicos a lo Enya, en su canción sorpresa, Rosalía nos propone un nuevo ejercicio de soberbia a lo C. Tangana y en la línea de Fucking Money Man. Ahora, en vez de alardear de tener a alguien para envolverle los regalos navideños, Rosalía vacila de inventiva y pedrusco: «to lo que me invento me lo pillan», «mirame esta roca como brilla», acompañado de un estribillo-taladro («a Palé, a Palé, a Palé») que, desde luego, no persigue emular el ejercicio literario ni visual del festín para los oídos y la mente que fue su segundo disco, El mal querer.
En cuanto al significado de la expresión, todo indica que es autorreferencial. En plan, «miradme, puedo incluso inventarme palabras». Tal y como acaba de confesar Rosalía, el público le compra todo lo que se inventa. Si alguien tiene alguna teoría mejor sobre el mensaje y el significado de A palé, somos todo oídos.
Ya que parece que el álbum está muerto, larga vida al single.